miércoles, 22 de abril de 2009

UN ESTRACTO DE LOS LADRILLOS DE MI CELDA II

Siento a Dios que camina
tan en mí, con la tarde y con el mar
con Él nos vamos juntos. Anochese
con Él anochecemos. Orfandad...
pero yo siento a Dios y hasta parece
que Él me dicta no sé que buen color.
Como un hospitalario, es bueno y triste:
muestra un dulce desdén de enamorado:
Debe dolerle mucho el corazón.
Oh Dios mío, recién a ti me llego,
hoy que amo tanto en esta tarde, hoy
que en la falsa balanza de unos, Señor,
miro y lloro una frágil creación
y tú, cual llorarás...tú, enamorado
de tanto enorme seno girador...
yo te consagro días, porque amas tanto,
porque jamás sonría porque siempre
debe dolerte mucho el corazón.

CÉSAR VALLEJO

martes, 21 de abril de 2009

UN ESTRACTO DE LOS LADRILLOS DE MI CELDA I

  • Prefiero volar a verte y besarte y estoy allí, sientes....
  • Y él hoy ha descubierto que no puede estar sin ella.
  • El arte tiene necesidad de alimentarse de la savia de una tradición, de una historia, de un pueblo. J.C.M.
  • Si algo es libertad, es el derecho de decirle a la gente lo que no quiere escuchar. Gerge Orwell "1984".
  • La soledad es una forma de ver las cosas del otro lado del mundo, del mundo (ilegible) de sí mismo.
  • Échame pan y llámame tonto.
  • Nunca digas nada que sea más bello que el silencio.R.M.
  • Si supiera que el mundo se acabara mañana igual plantaría un árbol hoy. Martin Luther King.
  • No penséis que he venido para traer paz a la tierra, no he venido para traer paz, sino espada. Mateo 10-34.
  • Mas el que persevera hasta el fin, este será salvo. Mateo 24.
  • Paz sea en esta casa. Lucas 10-5.
  • Lo que nos sostiene es la difusa espera de la esperanza, no es ver al ser sino tocar por una vez lo que es volar.
  • La vida es muy dura, pero más duro aun, es vivirla.
  • Dios manda las pruebas más fuertes a los más fuertes.

PALABRAS ENCERRADAS IV

La soledad quizo apoderarse
de mí, pero para su desgracia
existes tú, estar solo
es imposible, ya que estás 
conmigo, amor, perdóname
si no quise hacerte daño,
gracias por estar conmigo,
gracias por ser parte de 
mí, cuando este lugar me
eche, estaré a tu lado
y quiero yo que sea por
siempre, si alguna ves
la tontería de dejar de pensar
en ti me quizo arrastrar
hacia pseudos amores, no
lo hice porque yo quería,
lo hacía porque no estabas
conmigo y quería olvidarte,
ahora, que estás aquí, en
mi celda, que estás aquí
conmigo, en mi corazón
más que cualquier
otra cosa. Yo creí que te amaba,
pero ahora sé que te amo.

PALABRAS ENCERRADAS III

En el encierro, en el exilio,
me doy cuenta que hay
gente que me ama y
gente que me odia, siempre
he sido manso, siempre
lo seré, pues la bravura
sólo caos trae, amo
a la gente que me ama
y también a la que me 
odia, recién aquí uno
cuenta se da de quienes son
quienes y aquí es el lugar
donde a valorar uno aprende
la libertad, la familia, la 
mujer por sobre todas las
cosas, aunque siempre lo 
he hecho, pero ahora más
aún, te amo Dios,
te amo vida,
te amo familia y
te amo a ti.

PALABRAS ENCERRADAS II

Un malentendido todo esto
me costó, pero luego comprendí
que en la vida slución para 
todo hay, el ser humano es
adaptable por excelencia y
ahora me doy cuenta que
ser humano soy, aunque
de esto a veces me arrepienta,
agradezco a Dios todas
estas pruebas.

PALABRAS ENCERRADAS I

Gélidos barrotes, cemento
frío que los huesos destruia,
helada que ni al más
crudo invierno asemejaba,
hoyo hediondo de mixiones
y heces, rincon malholiente,
creso fortísimo que adormecía
hasta el más duro pulmón,
frazadas de inútil uso, pues
la helada en el lugar aquel
sólo compararse podía con
el gélido invierno polar,
algunos hombrecillos enfermos,
tuberculosos, sidosos, "pasteleros", 
sólo quedaba compartir y 
me di cuenta allí que nada
es de nadie; todo es de 
todos, el hambre, el frío,
la angustia, el desespero,
el acudir a Dios, ¡Qué lástima!
gente de todo, gente que en
su vida a rezado u orado y
en ese momento: "Dios", con 
lágrimas en los ojos y se
oía una voz que decía: "¡Mentiroso!
¡Hipócrita!¡Me das asco!"
así se resumía ese horrendo
hueco de penurias, luces
opacas, sordos ruidos,
carceleros malditos aunque
yo los bendigo, las fuerzas
resultábanme inútiles, pero
la fe me hizo sobrellevar la
más dura de las pruebas que
he vivido hasta hoy:
"¡Perder mi libertad, perder mi vida!".

UNA TEMPORADA EN EL ENCIERRO

Hace unos años este viejo tuvo que cumplir una condena en una de las cárceles más brutales de estos lares, quería compartir con ustedes algunos de esos poemas encerrados, escritos que me hacían sentir libre de alma en el momento de la fabricación, sólo salía de mi celda a la biblioteca y luego de escribir o leer regresaba y mi hueco, fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, pero el más profundo y didáctico, finalizo este preámbulo deseándoles que todo el amor del Supremo caiga sobre ustedes y siempre mucha fe.......disfuten de mis PALABRAS ENCERRADAS.