En el encierro, en el exilio,
me doy cuenta que hay
gente que me ama y
gente que me odia, siempre
he sido manso, siempre
lo seré, pues la bravura
sólo caos trae, amo
a la gente que me ama
y también a la que me
odia, recién aquí uno
cuenta se da de quienes son
quienes y aquí es el lugar
donde a valorar uno aprende
la libertad, la familia, la
mujer por sobre todas las
cosas, aunque siempre lo
he hecho, pero ahora más
aún, te amo Dios,
te amo vida,
te amo familia y
te amo a ti.
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