Así, turquesa y negro
embelesante albedrío
que alberga un cetro
al cual amor prohibido.
embelesante albedrío
que alberga un cetro
al cual amor prohibido.
Circundantes transeúntes
que buscaban el alba
en tumulto de gentes
salió una estrella,
una estrella que brillaba.
Ríe, sigue riendo imbécil,
disimula tu derrota
y espera tu abril
y si no, tus penas llora,
tal vez así
o de la otra forma.
Mírala, no te arrepientas,
genuflecta y arrepentida vendrá
no será ahora,
sino cuando esté confundida,
el amor profesado querrá,
pero será muy tarde.
Ingenua ella frente
al imbécil que la ama
que la traición afronte
mientras ella
habla, me mira
de frente, se voltea
y no me conoce.
Amo más escribir
que lo que a ella,
pues por eso no me duele
verla con otro salir,
ni ganas tengo
de decirle vuelve,
lapicero, papel y ...
tal vez mi mente pueda pulir
y a una mujer poderle servir.