lunes, 27 de octubre de 2008

UNA BAJADITA EN SKATE

En la vida imaginé encontrarme con
alguien igual a ti, de pensamientos fríos,
pero ardiente de corazón,

la suave seda de tu velo
acarició sutilmente mi ser
dejándolo por un instante; inmóvil,
quieto, desesperadamente estático,

estoy sintiendo un ligero vuelo
que suele llevarme al anochecer
donde están las delicias en un automóvil
y suele rozarte con su velo de seda

otra ves, sube, baja, maneja, no atropelles,
en cuidado con la luz,
estudia, trabaja, gana dinero,
sácale ventaja al pavo,
no seas mediocre, depresión, sociedad, amigos,
dinero, lujo, drogas, sexo,

en un instante de sumiso placer
entregado al más banal de
los placeres, dionisíacos momentos
a una velocidad que el cuerpo
no podría sobrevivir sin el cerebro,

momento en el cual ambas se fusionan
efectuando tal armonía entre ser y
no ser, y terminando la bajada
decidía que había estado purificando mi
alma, mi ser.

No sin previamente al descenso
haber consultado y ser tocados por
la madre naturaleza.