El combate del Dos de Mayo, un día crucial, el día de la "lucha entre el bien y el mal", ¿quién se lo lleva?, todos esperábamos la derrota del bien, pero hasta que comprendí que el bien es el mal y el mal; el bien, aquel combate de aquel hombre, el hombre que había sido feliz y seguía siéndolo, a veces parecía ser vencido, a veces parecía ser vencedor, pero vencedor o vencido igual iba a ganar, en estos combates si eres vencido ganas y si eres vencedor ganas un poco menos, pero ganas, la historia en ese momento iba a tomar un nuevo rumbo, la independencia total, la libertad que esperamos todos durante toda la vida, pero cuando al fin llega nos quejamos, lloramos y renegamos del que nos cumple el deseo de libertad, se encontraba echado en su lecho, llamando a su madre, llamando a Dios, rogando por su lancha, rogando por su libertad, hasta que llegó el Dos de Mayo y comenzó el combate, llegaban las tres de la tarde y la situación fue crítica, la tensión, la presión fue de seis, el hombre deliraba, dieron las tres y media de la tarde y el delirio acabó, el combate culminó, aquel hombre ganó su libertad, echado, con la mano en el pecho, hasta que llegaron las tres y media de la tarde y la mano se le cayó, su corazón se paró y la pregunta de todos fue: "¿ganó o perdió?".
Este cuento te lo dedico a ti Papá Cristobal que siempre me acompañas...
