Yo maldito vagabundo era
que la muerte sólo buscaba;
esa muerte, tu perdón era
que poco a poco yo escarbaba.
Érase el mío un corazón solitario
que tu perdón quería encontrar,
pero éste vagaba por el sistema planetario,
al no encontrarlo, me voy a enterrar.
El sol se quiere aplacar
al ver la dureza de tu ser
pero ese perdón quiero yo sacar
aunque suplique al supremo Ser.
Mi saxofón sonar no quiere
pues tu piedra lo ha sellado
al ver que dar perdón no quiere
sus bellas teclas se han amurallado.
Afrodita al verte inclínase,
tu cubierta pues no importa,
tu perdón sólo espérase
hasta cuando bajo tierra me transporta.
Tu sapiencia Atenea admira
cuando remisión brindas
al que su vida toda te mira
y absolución le rindas.
El río su cauce seca
al ver que tú pasas
y tu crueldad se seca
como en el sol las pasas.
Sé que estas burdas dicciones
no harán tu dictamen mutar
y las disculpas son absurdas,
porque perdón no me vas a dar.
que la muerte sólo buscaba;
esa muerte, tu perdón era
que poco a poco yo escarbaba.
Érase el mío un corazón solitario
que tu perdón quería encontrar,
pero éste vagaba por el sistema planetario,
al no encontrarlo, me voy a enterrar.
El sol se quiere aplacar
al ver la dureza de tu ser
pero ese perdón quiero yo sacar
aunque suplique al supremo Ser.
Mi saxofón sonar no quiere
pues tu piedra lo ha sellado
al ver que dar perdón no quiere
sus bellas teclas se han amurallado.
Afrodita al verte inclínase,
tu cubierta pues no importa,
tu perdón sólo espérase
hasta cuando bajo tierra me transporta.
Tu sapiencia Atenea admira
cuando remisión brindas
al que su vida toda te mira
y absolución le rindas.
El río su cauce seca
al ver que tú pasas
y tu crueldad se seca
como en el sol las pasas.
Sé que estas burdas dicciones
no harán tu dictamen mutar
y las disculpas son absurdas,
porque perdón no me vas a dar.