Bajé corriendo por las escaleras que están por el puente Villena de Miraflores, sin polo, acaloradísimo, jamás imaginé que salir a correr a la una de la tarde sería tan brutal, era febrero, más animal, suelo ser de esas personas impulsivas que no piensan antes de hacer las cosas, ni las consecuencias, en fin seguía corriendo y bajando las escaleras, continuando por el puente de madera que da a la playa Makaha, siempre con Lobo, mi perro, mi hermano del alma, siempre a mi lado, con sus zapatos de cuero para que no se achicharre las patas,-Vamos Lobo- gritaba corriendo. Ya por el circuito de playas me encuentro con Mariana, el amor de mi vida, en realidad todas las mujeres hermosas son las mujeres de mi vida, que será que me enamoro a primera vista y si es tetona y culona más, bueno Mariana estaba ahi y yo enamorado jajaja.
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