martes, 3 de febrero de 2009

¿TENÍA SUEÑO?

Como vino, se fue,
sin llorar, sin reír,
durmió, llamando a 
su madre, llamándolo a Él.

Encogido y delgado,
estuvo casi un año,
melancólico y desmemoriado,
así estuvo el hombre amado.

Fue el mejor en lo que fue,
tanto así, que me lo contó,
me contó todo sobre él,
hasta que al fin, durmió.

Disculpen mi demencia,
pero mi vida es la causante de ella.

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